La escultura de un pez fabricada en hierro y platinas es una obra que refleja la maestría de Bonilla al combinar materiales densos para transmitir emociones profundas. A través de esta pieza, logra capturar la esencia misma de la isla, evocando su fuerza y misterio. La textura metálica y el diseño cuidado dan vida a un símbolo que resuena con la historia y el espíritu del entorno, convirtiéndose en un elemento artístico que invita a la contemplación y el reconocimiento del paisaje local.
La escultura de un pez fabricada en hierro y platinas es una obra que refleja la maestría de Bonilla al combinar materiales densos para transmitir emociones profundas. A través de esta pieza, logra capturar la esencia misma de la isla, evocando su fuerza y misterio. La textura metálica y el diseño cuidado dan vida a un símbolo que resuena con la historia y el espíritu del entorno, convirtiéndose en un elemento artístico que invita a la contemplación y el reconocimiento del paisaje local.
